Yirama Castaño
Yirama Castaño, es de aquellas poetas esquivas a la embriaguez de la fama, su carácter deviene de una cultura reconocida por su humor y su genio.
Algo de indígena y apasionada se hunde siempre en la tinta de sus poemas.
Es una poeta de duros versos que aman y luchan.
Más allá, ha dedicado su vida a la escritura, la confabulación editorial y los encuentros inusuales con los mensajes secretos.
EPÍLOGO
Pero, sabemos guardar el aliento.
Somos quienes piensan
en la única oportunidad
que nos queda:
Profanarle su tumba al amor.
EMBRIAGUEZ DE VIENTO
La desnuda hora
cicatriza la grieta y la venganza.
Un áspero silencio provoca la fiebre,
la delgadez de las cenizas.
Basta un soplo
para iniciar el sacrificio de las máscaras.
HEREJÍA
Que todo se sumerja en ti
como el violeta en lo más profundo del océano.
Que la noche te posea
como un amante en busca de su mejor sueño.
Que el pájaro se estacione en tu corazón
como sus alas en el viento.
ñapa:
MEMORIA DE APRENDIZ
No basta con acariciar palabras
lo definitivo es dibujar la noche.
Seguir la línea de su curva,
hacia el eco común
o la profunda luz.
Tomar la imagen de su pulso.
Medir la turbulencia.
Oír su tono
el latido de su adentro.
Habitar las estrellas que la viven.
Desnudar falsos colores
y mostrar el plateado vuelo
de pájaros fantasmas.
No basta con acariciar palabras,
lo definitivo es asistir a los cortejos
con toda irreverencia.
Grabar los rostros,
vestir sus cuerpos.
Memoria de aprendiz,
la inteligencia es un juego de distancia.
Un dolor agudo.
Una irónica y sutil virtud.