Yenny León
La joven poeta se la pasa puliendo palabras como si fueran rocas venidas de alguna explosión cósmica.
Su dedicación hacia la poesía la ha llevado a ser gestora y viajera.
Defensora de poetas olvidadas que lee con pasión, se entregó a la loca idea de confabular un silabario que busca la anulación. Poética visceral que va elaborando desde la sombra.
La mayoría de sus poemas carecen de título.
El trueno en la sien
Después de cierta edad
la gente se alimenta de vidas ajenas
y olvida que el trueno
aún puede hundirse en las sienes,
que el liviano color del otoño
atraviesa la mirada más aguda
y la línea que une los planetas
es un mero ejercicio de la luz.
Mujer de agua
A Helena Araújo
Soy la mujer sentada
a la orilla de todos los lagos
Los restos del árbol están impresos
en las yemas de mis dedos
Me resbalo por la piel de la cigarra
Con mi delantal abanico el alma de la hoja
Cruzo mis gruesos tobillos; busco selva la luna
Me repito seis veces dentro de mí misma
en el umbral donde los mundos se funden
Creo el huevo en la mitad de dos manos
que se abrazan sin tocarse
Mientras dibujo el último círculo, aparece una segunda vida
maraña de brazos, piernas y bocas
No tengo otro papel para escribir
que la roca sobre la cual naufrago.
Colibrí
El colibrí es la reacción de la naturaleza
ante lo que muere en el centro del árbol
su aleteo son trinos
para los pájaros carpinteros
que se trenzan con las hendiduras
en la madera
el colibrí es una sensación oculta
como un parpadeo bajo el agua
o una sonrisa ante la bala que te atraviesa.