Víctor López Rache
Premio Nacional de Poesía Imaginación para un nuevo milenio, 2000. La casa, premio nacional de poesía Ciudad de Bogotá, 1992. Otra orilla de luz, 1985. También obtuvo en 1990 el premio de poesía Universidad Externado de Colombia. En 1988 fue finalista en el IV concurso nacional de cuento Francis A. Newall y en 1987 en el II concurso latinoamericano de cuento Ciudad de Florencia. Poemas suyos han sido incluidos en distintas antologías. Fue comentarista de libros en el Magazín Dominical.
La ruta de la sed
Recordando tu adiós
cuántas veces
no he buscado tus labios en el cántaro roto donde sólo la sed es perfecta.
Vuelve.
La soledad de mi cuerpo ya entendió la sed
como la temperatura mínima del fuego
y si tu ausencia
llega a vulnerar la unidad de nuestros deseos
la sed de mi alma será capaz de incendiar el mundo.
El agua es la ruta preferida por la sed, la persistente lluvia
multiplica el desierto dentro de mí.
Vuelve.
La sed conoce en qué labios
el amor está siempre naufragando.
Entre ventanas
Con sustancias inmateriales dirijo tu cuerpo a este cuarto donde te espero
desde cuando el borde de la cortina empezó a insinuar tu cara.
A tu llegada
la puerta estará a punto de cerrarse,
y junto a la sábana
esencias para demorar el ciego viaje
que haré de tus labios a tu más profunda levedad.
Pero si la felicidad permitida te impide abrir tu puerta -cuando yo esté de pie en mi ventana-
para amarnos en pleno vuelo, toma la escoba y salta.
Esperarla huyendo
Es ella.
Su paso de lento anochecer ilumina
la íntima escalera de mi refugio.
Cómo ocultaré la sed,
la vergüenza de esperarla huyendo.
Nada me servirá intentar una máxima;
su sonrisa atará mi voz
con un hilo de arena.
La he inventado durante largos años,
y sus senos en permanente vuelo
ya cruzarán la oscuridad de la puerta.
No puedo huir ni negar mi existencia;
la ternura de su piel de fuego,
antes de apagar la cerilla del amor,
hará un mármol
con el temblor de mis deseos.
Es ella.
Su belleza es una catástrofe.