Sandra Uribe

Su carrera la convirtió ne una arquitecta de la palabra y sus poemas son como grandes ventanales por donde entra la luz y el paisaje.

Sus estudiantes la buscan por los pasillos de la memoria para que ella les señale las rutas correctas de la palabra.

Corrige y edita, obsesa en encontrar un verso perfecto.


Cartografía

Trazo el poema y su desnudez me aterra.

El fervor con que se aferra al papel

es el mismo de la sangre en tránsito.

Cada palabra es una iluminación

que antecede a la niebla,

un paso certero hacia el abismo.

Y esa verdad de tinta que se enreda en los ojos,

ese mapa de horas a punto de extinguirse

se convierte en la memoria inútil de tu tiempo.

La sombra es ahora un pájaro del que no puedes huir.

Toda la música de lo escrito arde en tus venas

y te condena a tu propia destrucción.

Espectáculo

Presenciar

la demolición de una nube

y resignarme

a ver caer

un puñado de migajas de agua.

Adentro

Para conocer el mar

no es necesario

descifrar las olas

el ruido misterioso de la corriente

el estrépito estrellándose

                    contra las rocas

ni el color de los peces

                   o los caballitos


Para conocer el mar

sólo basta un naufragio

sin albas sobrevivientes.




© 2020 La gruta de las palabras. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar