Hannah Escobar

Nació en Tiribití Antioquia en 1985, en 2009 se graduó de Química farmacéutica en la Universidad de Antioquia. Actualmente trabaja para el Ministerio de salud y protección social de Colombia en la Dirección de medicamentos y tecnología en salud como asesora en diferentes proceso y se encuentra trabajando en un próximo libro: Uróboros: Un palíndromo o el mismo Sísifo. De igual manera adelanta un proyecto artístico que tiene como eje fundamental la estética conocida como Insustancialismo o Insustancialismo Sintético.


Soledad

He llamado a la puerta

a alguna puerta

a todas las puertas

luego del primer suicidio

nadie queda realmente vivo.

La fiebre, Ofelia.

El cuerpo de Ofelia era más blanco que los otros cuerpos

y más inerme.

he llamado a la puerta

a alguna puerta

a todas las puertas

he llamado hasta que se me cayeron las uñas

incluso he llamado con los dientes.

Nadie respondió nada

Ahora adentro es igual que afuera.

De un maletín amarillo

Igual que las mujeres de Vila-Matas no puedo amar y no tengo nada 

portátil. Mi equipaje es denso, y viejo y polvoriento,

descubrí que lo tengo atado al pie izquierdo con la inconsciente ilusión de que sea un

pedazo de plomo y me mantenga pegada al piso.

(Como ese hombre que no pesaba nada y que se ponía plomo en los calzones para no

elevarse por la atmósfera).

Estoy muy cansada de querer en vano o no querer,

Yo misma me he lastimado tanto que pienso que es casi patológico:

la tendencia hacia la autodestrucción.

Voy en el camino buscando culpables para darle un sabor a la vida, a-lo-que-sea.

Y es que tengo tanto sentimiento que en mi mente únicamente retumba la queja de

Alfonsina:

Señor mi queja es esta/ tú me comprenderás/ de amor no estoy muriendo/ pero no puedo amar/ (...) me consumo en mi fuego/ Señor, ¡piedad, piedad!

Entonces me reconozco en ellos, me meto al mismo costal yo, yo misma, pero en secreto.

Desde que me reconocí en todos ellos

los repudio públicamente,

hago chistes mal educados llenos de ligerezas para mantenerme a salvo

de pronto la realidad me cae encima: no soy ellos, nunca podré ser ellos.

Lloro un poco,

prendo un cigarrillo.

Y otro.

Y otro.

La mirada siempre abajo, ojalá yo tuviera entre mis manos esa raíz maravillosa.

Pero no soy un cuadro.

El mundo es una fantasía tonta, me quito la máscara,

cierro los ojos, como cerrando ese maletín amarillo en el que cargo mi equipaje.

Apago mis pobres ambiciones.

me siento sobre él.

Angustia

(Del latín angustĭa, angostura, dificultad)
7.f.p.us. Estrechez del lugar o del tiempo.

Cuando le pregunté al cerezo si el otoño iba a alcanzarme

Se sacudió un poco y dejo caer sobre mí algunas de sus flores

No es asunto del cerezo

Mía es la culpa cuando sólo quiero ver la primavera.


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