Fernando Linero Montes
Nacido en Santa Marta, Colombia el 4 de octubre de 1957 -cuando el lanzamiento del primer satélite artificial a la órbita terrestre, el Sputnik-, no pudo escaparse de ser músico y poeta.
De la música, ejercida como oficio (Linero realizó estudios de música en el Conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia.) proviene la característica tonalidad lírica presente en sus textos, evidenciada de manera expresa en los títulos de tres de sus libros publicados: Sonata del Sonámbulo (Pijao Editores, Biblioteca de Autores Colombianos. No. 1 Bogotá, 1980), La risa del Saxo (Cuadernos de Poesía Ulrika. Vol. Bogotá, 1985), yLecciones de fagot (Universidad Nacional de Colombia, 2005).
Desde 1977, reside en Bogotá, donde vive de, y se dedica a, la música, de cuyo género creativo -ejercido en el espacio del son, el bolero y el jazz- ha creado y producido trabajos ligados a la poesía como el compacto musical El poeta canta dos veces (El habitante de la bahía producciones, Bogotá, 2003).
La filosofía (Linero realizó estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de la Salle), desplazada por el poeta en su acepción academicista, ha sido una constante presencia en su obra, aunque invisible en el tratamiento preconcebido de conceptos sí bastante visibles en cuanto a la búsqueda o exaltación de una actitud humana atenta a los valores de ennoblecimiento y comunión, que en su caso particular, desarrolla en Bogotá junto a su mujer y a sus dos hijos. De ese pensamiento humanizante, de pronto intrínseco al poeta, dan cuenta sus libros Aparte de Amor (Escritores en un Nuevo Siglo. Centro Colombo-Americano, 1993.), Guijarros (Fundación Simón y Lola Guberek. Bogotá, 1990), Palabras para el hombre (Editorial Magisterio. 1999), Experto en tachaduras( El zahir editores, Villavicencio, 2010) y Cuaderno de insectos y otros poemas (Ediciones Pluma de Mompox, Cartagena, 2011).
En el 2010 la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia publica la plaquette Un oficio
En el 2015 la Universidad Externado de Colombia publica la antología La risa del saxo en su colección un libro por centavos.
En el 2016 el Festival Internacional de Poesía de Bogotá, le rinde un homenaje y es publicada, en asocio con el Instituto Caro y Cuervo, la antología de su poesía Acaso por el canto.
En el 2017 sale su producción musical Linero canta Linero.
En el 2018, en compañía del poeta Robinson Quintero Ossa publica el C.D. Bar2Tango.
En el 2019 aparece su libro En la corriente oscura de los díapublicado por la editorial Letra a letra en Bogotá
Sólo un color
Sólo un color, nada más que un color.
Uno inimaginable.
Y no más laberintos
y no más certezas
y no más vacilaciones.
Sólo un color, nada más que un color.
Y no más realidad simple
y no más lunas adolescentes
y no más alma pájaro.
Sólo un color inimaginable
como un augurio de lo inexistente
y encima el magnífico olvido.
Solamente la borrasca
Toda la luz del día se ha concentrado en la niebla.
El delicado ocaso de las sombras deja hebras de noche,
impalpables como recuerdos arrugados.
En los montes el invierno estará haciendo brotar los viejos hongos;
en los portones de las casas los viejos trances.
Hoy la lluvia llegó temprano
y todo parece más lejano, más fría la niebla.
En los caminos la vida impasible y sutil
con alas de albatros indiferente pasa.
Los hombres, saturados de incoherencia y de misterio
escuchan vagos lamentos,
confinados en los cuartos miran, pájaros muertos los días.
Solamente la borrasca dura en el mundo.
Un asunto del sueño
I
Llegó con las últimas coles de la infancia.
Había bajo el ala de la tarde
una leve cantinela de insectos.
Más flaca que un junco
era la austeridad su único perfume.
Yo era casi feliz.
Ahora todo se extravía en el ensueño.
II
Llegó y la tarde se estremeció entre las cayenas
como algo vivo y misterioso.
Venía desde el fondo de la tristura.
Aquel día ocurrió ciertamente, aquel minuto.
Cuando pienso en eso
tiembla por dentro el agua del olvido
y la hoja azul del tiempo se estremece.
Yo era casi feliz.
Ahora todo es asunto del sueño.
III
Un día de repente ya no estaba.
Se había ido y allí me quedé en el parque
como un pájaro colmado de zozobra
bajo el jadeo inmenso del aguacero,
estrenando en el pecho una tiranía dócil y recóndita,
estrenando en la lengua el sabor de la partida,
sin campanas para alejar la tormenta.
Yo era casi feliz.
Ahora todo eso es asunto del sueño.
Ñapa
Se hizo tarde
Un torbellino se llevó la dulce y loca juventud.
En el pecho hoy inquietan los atardeceres.
Se hizo tarde.
Lo dicen los inciertos vicios de la tristeza
y lo he leído en las piedras del camino:
es el tiempo de los insectos nocturnos
-dormidos bajo los gibosos árboles-;
el tiempo de los días que fingen ser sosiego.
Mis ojos fascinados por los vahos
húmedos y violetas de los amaneceres
se extravían en visiones lejanas.
Se hizo tarde.
y hay una palabra titubeante en los labios
y hay un sigilo inmenso, del tamaño del mundo.