Carolina Dávila
Poeta y abogada.
Ha sido traducida al árabe y otras tantas lenguas, ha ganado premios por su calidad literaria, pero eso no la aleja de lo sencillo. Colabora como editora con varios proyectos literarios. Y de trenza en trenza apoya a sus amigas poetas.
Botiquín
Para ellos fuiste una cajita de primeros auxilios
pero ninguno
nunca
notó que estabas rota
y que no existía venda suficiente
para contener la herida.
Oficios
De rodillas en la acera
espátula en mano
el hombre
―de uniforme amarillo―
limpia adoquines uno a uno
pasa la mañana, la tarde, el día siguiente
Overol gris
sabe que no combina con el rojo
del articulado que maneja
preferiría uno café o amarillo
―como el de ese hombre arrodillado―
No el gris tan parecido a esa ciudad que recorre
todo el día:
sur, centro y norte sin descanso
Sus vidas son fotografías
en esa esquina salen juntos.
Frente a la Plaza Victoria
―Afuera―
Es verano
cede el verde de la araucaria
que sola espera los vientos que fecundan
No tiene lugar en que mirarse
las palmas llevan su edad en cada anillo
bitácora que le es negada
mientras su piel se aja en desorden
Hay algo de irrealidad en ese caos
algo que recuerda mitos y ceremonias viejas
La plaza está en calma
asusta el destino de la araucaria pero
la imito:
hundo como ella mis pies en el asfalto